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Llego a casa. Estoy solo.

Mi madre ha ido a casa de mi abuela a cuidarla, esta noche le toca a ella. Mi hermana ha salido, no se donde, tampoco me importa. Me quito los zapatos y me pongo cómodo. Enciendo la televisión, pero le quito el volumen. La luz y el movimiento hace mas humana la estancia. Suena irónico, pero no lo es.

Y por fin es verano. Así que enciendo el ventilador para no morir asfixiado por este calor infernal. Enciendo el ordenador, y miro el facebook. Nada, las típicas notificaciones que pasan sin pena ni gloria. Los amigos, las fiestas, cosas de la universidad.

Catalán. Cosas en catalán.

Moderneo, publicaciones de gente "moderna" que disfruta colgando cosas raras porque si. Quien sabe, puede que entre todo ese ruido que se molestan en publicar, haya algo que entienda. Al fin y al cabo, a quién debemos rendir cuentas de lo que enseñamos?. Y por qué lo hacen? Prefiero pensar que es por la sincera razón de querer dejar constancia de contenidos que nosotros y solo nosotros podemos darle el significado que queramos. El resto, que le atribuya le significado que le quiera dar. Es otro ejercicio déspota entre los tiempos que corren últimamente.

Enciendo el Spotify, y pongo música. Mi música. Aprovecho que estoy solo, enciendo un cigarrillo y salgo al balcón. No hay nadie en la calle. Doy una calada. Respiro. Doy otra calada. Respiro una vez más. Miro hacia arriba. ¿A qué juegas?. O mejor dicho, ¿a qué juego?. Llegados a este punto, después de tantas batallas luchadas, la guerra continúa y la distancia sigue siendo un problema. ¿Siempre será un problema?. Me ilusiona pensar que no, que llegará un momento en el que este frisby que es mi vida dejará de rodar y me dará algo de estabilidad.

Y ahora que el universo me ha regalado un rato de tranquilidad y soledad, ahora que es de noche y solo estamos este cigarrillo a medio consumir y yo, me pregunto si finalmente soy quien quiero ser, y estar donde quiero estar.

Doy una calada. Exhalo el humo. Ya tengo la respuesta.

No, no soy quien quiero ser, y mucho menos estoy donde quiero estar.

Y por qué debería importarme ahora? Acaso no he tenido desde siempre este problema? Parece que no, que va por ocasiones. Una veces va a más y otras parece desaparecer. El caso es que esta vez, esta vez que parece que estoy con quien quiero estar, en teoría donde quiero estar, y haciendo lo que quiero hacer, me siento vacío.

Pueden ser las noches veraniegas en esta isla, esta isla que me encanta y odio al mismo tiempo. Que me aporta tanta tranquilidad y me desestabiliza a partes iguales. En las que no puedo desarrollar nada creativo, en la que no puedo hacer otra cosa que no sea beber y fumar en recintos abiertos como método de entretenimiento a parte de estar con los amigos y todas estas cosas que hacen bucólicos los veranos.

Quiero salir de aquí, quiero irme de viaje. Viajar, salir de aquí. Ver que no estoy atrapado; saber que puedo coger cualquier maldito vuelo que me apetezca y desaparecer y hacer lo que quiera con mi vida. Supongo que por eso me he escapado 2 veces de Barcelona sin que nadie se diera cuenta. Porque no quiero redir cuentas a nadie que no sea yo mismo. Salir para respirar. Debemos ser libre por nuestra propia naturaleza. Hace poco me preguntaron cual es el sentido de la vida. El sentido de la vida, es la vida en sí misma. A quien quiero, lo quiero aquí conmigo. Ya es hora de tomar rumbo a casa.
A veces desearía que alguien me fuera a recoger en coche, irnos a las montañas de la isla, aparcar, y estar en silencio, sentir la presencia de otra persona; su aire y su alma, su calor. Las palabras están sobrevaloradas.

He probado salir de fiesta en sitios cerrados en esta isla. Pero no puedo, el corazón me estalla y el alcohol apremia la sensación de soledad. Necesito cosas que ni yo se de qué se tratan. Ya lo dicen Coldplay: "When you get what you want but not what you need". Y qué es lo que necesito? Qué es lo que me hace falta para callarme de una puta vez la boca y estar en paz con el resto de componentes de vida?.
Despertadme cuando alguien tenga la respuesta.

Ya se ha acabado el cigarrillo. Cierro el balcón, cojo mi libro y me dirijo a la cama.

Cierro los ojos. Ya es de día.